
El poeta camina en la pinacoteca del tiempo
Ilumina con la punta de su pluma de fénix
La senda del destierro
y hechizado es por los cantos
de las esferas supralunares
Se adentra con sus botas rotas entre las piedras de la intelectualidad en vilo de las décadas de antaño
No conoce a su padre ni a su madre
Solo conoce a los astros que observan sus ciclos milenarios:
la danza de la pluma en la más monolítica soledad,
el doblar de sus campanas
y los himnos al silencio
ese intimo sacerdocio del sintagma
El límite y el precipicio
La sed de absoluto que, generación tras generación sigue siendo la excusa para la existencia misma
2 comentarios:
Si a esto se le puede llamar poesía.
Esta poesía, usa a las palabras para dar a entender el significado de mis pensamientos, a diferencia de las palabras cuando las usa una explicación.
Wow, Isis, muy reconfortante lectura ^^
!!
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